Me encanta. Rescata esa creencia local, popular de que el agua no se le niega a nadie y la pone en práctica. En una especie de "visibilisampling" que le parte a uno la experiencia del sampling en dos, antes de la valla de Dasani y después. Hay que pasar por McCann, en la Lincoln casi esquina José Amado Soler y pararse, con este calorazo, a tomar uno de los tres nuevos sabores de Dasani que salen directo de las botellas de la valla.
Qué idea tan refrescante. Como deberían ser todas.
Qué idea tan refrescante. Como deberían ser todas.